»¡Mi Dios es el Dios de Israel! ¡Mi Dios es un gran guerrero! Éxodo 15:3 (TLA

»¡Mi Dios es el Dios de Israel! ¡Mi Dios es un gran guerrero! Éxodo 15:3 (TLA)

Vistas a la página totales

Translate

viernes, 22 de julio de 2011

LA INFALIBLE Y PODEROSA PALABRA DE DIOS=APOCALIPSIS # 21




Apocalipsis 21

Cielo nuevo y tierra nueva
 1 Vi un cielo nuevo y una tierra nueva;(A) porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más.
    2 Y yo Juan vi la santa ciudad,(B) la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios,(C) dispuesta como una esposa ataviada para su marido.(D)
    3 Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo,(E) y Dios mismo estará con ellos como su Dios.
    4 Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte,(F)ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor;(G) porque las primeras cosas pasaron.
    5 Y el que estaba sentado en el trono dijo: He aquí, yo hago nuevas todas las cosas. Y me dijo: Escribe; porque estas palabras son fieles y verdaderas.
    6 Y me dijo: Hecho está. Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin. Al que tuviere sed, yo le daré gratuitamente(H) de la fuente del agua de la vida.
    7 El que venciere heredará todas las cosas, y yo seré su Dios, y él será mi hijo.(I)
    8 Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda.
  
La nueva Jerusalén
 9 Vino entonces a mí uno de los siete ángeles que tenían las siete copas llenas de las siete plagas postreras, y habló conmigo, diciendo: Ven acá, yo te mostraré la desposada, la esposa del Cordero.     
10 Y me llevó en el Espíritu a un monte grande y alto, y me mostró la gran ciudad santa de Jerusalén,(J) que descendía del cielo, de Dios,
11 teniendo la gloria de Dios. Y su fulgor era semejante al de una piedra preciosísima, como piedra de jaspe, diáfana como el cristal.
    12 Tenía un muro grande y alto con doce puertas; y en las puertas, doce ángeles, y nombres inscritos, que son los de las doce tribus de los hijos de Israel;
    13 al oriente tres puertas; al norte tres puertas; al sur tres puertas; al occidente tres puertas.(K)
    14 Y el muro de la ciudad tenía doce cimientos, y sobre ellos los doce nombres de los doce apóstoles del Cordero.
    15 El que hablaba conmigo tenía una caña de medir, de oro, para medir la ciudad, sus puertas y su muro.(L)
    16 La ciudad se halla establecida en cuadro, y su longitud es igual a su anchura; y él midió la ciudad con la caña, doce mil estadios; la longitud, la altura y la anchura de ella son iguales.
    17 Y midió su muro, ciento cuarenta y cuatro codos, de medida de hombre, la cual es de ángel.
    18 El material de su muro era de jaspe; pero la ciudad era de oro puro, semejante al vidrio limpio;
    19 y los cimientos del muro de la ciudad estaban adornados con toda piedra preciosa. El primer cimiento era jaspe; el segundo, zafiro; el tercero, ágata; el cuarto, esmeralda;
    20 el quinto, ónice; el sexto, cornalina; el séptimo, crisólito; el octavo, berilo; el noveno, topacio; el décimo, crisopraso; el undécimo, jacinto; el duodécimo, amatista.
    21 Las doce puertas eran doce perlas;(M) cada una de las puertas era una perla. Y la calle de la ciudad era de oro puro, transparente como vidrio.
    22 Y no vi en ella templo; porque el Señor Dios Todopoderoso es el templo de ella, y el Cordero.
    23 La ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna que brillen en ella; porque la gloria de Dios la ilumina,(N) y el Cordero es su lumbrera.
    24 Y las naciones que hubieren sido salvas andarán a la luz de ella; y los reyes de la tierra traerán su gloria y honor a ella.
    25 Sus puertas nunca serán cerradas de día, pues allí no habrá noche.
    26 Y llevarán la gloria y la honra de las naciones a ella.(O)
    27 No entrará en ella ninguna cosa inmunda,(P) o que hace abominación y mentira, sino solamente los que están inscritos en el libro de la vida del Cordero.